Hace unas semanas inauguramos nuestra sección “Esos Hit Noventeros”. Hoy nos mantenemos en el mismo año que la vez anterior (1993) pero con un recuerdo de música trasandina, donde la ola de hits noventeros con acento ché se adueñaron de nuestros diales y nos tuvieron coreando una cantidad importante de canciones que eran una especie de “historias musicalizadas”.
Uno de esos hits era del grupo Los ladrones sueltos y contaba la historia de una mina que no hablaba nunca, se juntaba con un tipo y se iban a unas cuevas, donde había “un colchón, vino y vodka”. Ella no decía nada, él la “acariciaba despacito” y “de repente llegó Tito”… ese era el punto de tensión del tema, para luego seguir contando otras situaciones donde el personaje masculino se aprovechaba un poco de ella, que nunca decía nada. Finalmente, y después de bizarras situaciones el tipo se da cuenta y ¡oh, que sorpresa!: La mina era muda.
Esta canción fue muy exitosa y un comodín a la hora de la programación en las radios juveniles, como la Rock n Pop o Carolina.
En el colegio, en las discoteques, en los bares y en los pubs todos los adolescentes la cantábamos. Estas canciones eran parte de un ritual adolescente, partías con “No le dijo nada” seguías con “Con una rubia en el avión” y luego “La Pachanga”. Todas servían además tanto para guitarrearlas como para bailarlas donde fuera.
Estas canciones serán un ícono de lo que escuchamos en los noventa.